Gracias a los avances tecnológicos de producción en masa, y en la búsqueda de materiales resistentes y baratos, los fabricantes de envases de plástico elaboran y venden a diario cientos de botellas de todos los modelos. Y aunque muchos las compran, usan y desechan sin pensarlo dos veces; es fácil darles a los recipientes una segunda vida, con un poco de imaginación y destreza.
Sin alteraciones de ningún tipo
Empecemos por aquellas que en sus orígenes contenían agua, la sustancia más inocua posible. Por lo que resulta extremadamente sencillo lavarlas y rellenarlas, ahorrando dinero. Asimismo, se pueden almacenar para llevarlas a lugares donde no sea factible adquirir nuevas unidades.
No obstante, es necesario enfatizar que muy pocos envases permiten hacer eso; ya que en los de productos de limpieza permanece la esencia y el peligro, aun cuando se laven bien. Incluso los usados para refrescos o jugos mantienen restos que se descomponen y contaminan el nuevo contenido. Por suerte, todavía se consiguen aplicaciones no relacionadas con la alimentación.
También existen marcas que ofrecen la alternativa de reutilizar los recipientes. Así, el primer envase es de plástico duro, que luego se rellena con el mismo producto presentado en un formato distinto, con frecuencia bolsas suaves. Otro ejemplo serían los limpiadores con dispensadores en spray, cuyos reemplazos vienen con tapas normales.
Con modificaciones artísticas
Las mismas propiedades que hacen del plástico un buen material para la industria, al ser ligero, resistente y con una alta tolerancia a los dobleces; permiten que solo sea cuestión de creatividad e ingenio el darles diversas formas y propósitos, como maceteros, muñecos y carteras.
Hay gente que comparte sus ideas en Internet, colaborando para que esto se convierta en divertidas actividades de manualidad a disfrutar con los hijos. De este modo, se transmite que el valor creativo existe en cualquier objeto, y, por supuesto, la importancia del reciclaje.
Por último, teniendo disponible la opción de desecharlos en los recipientes específicos para reciclar, no cuesta nada realizar una corta investigación, determinando si la variedad particular de plástico que tiene en las manos es reprocesable. Y entonces, proceder de forma acorde, según esas instrucciones. Recuerde que a la hora de conservar el planeta, cada pequeña acción cuenta.
